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Marginalización de lo femenino en el arte abstracto

  • Foto del escritor: Indhira Hernandez
    Indhira Hernandez
  • 27 ago
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 28 ago

Lee Krasner, Gaea, 1966 (oil on canvas)
Lee Krasner, Gaea, 1966 (oil on canvas)

El estudio de la participación de las mujeres en la pintura abstracta es un campo de investigación bastante nuevo. La poca bibliografía que existe aborda los aspectos conceptuales de la abstracción y su relación con el trabajo de las artistas que se dedicaron a este género.

La historiadora del arte María Lluïsa Faxedas Brujats es una de las pioneras en esta área. Su trabajo demuestra que la historia del arte, escrita con un sesgo androcéntrico, ha invisibilizado el trabajo de las mujeres. Este discurso, que enaltecía la figura del genio masculino, ha ignorado las dificultades históricas que las mujeres han enfrentado para expresarse artísticamente.


La dualidad del arte abstracto: ¿Espiritual vs. femenino?


Según Faxedas, los cimientos teóricos de la pintura abstracta se basaron en una visión idealista del mundo, con principios universales que a menudo se oponen entre sí. La dualidad entre lo masculino y lo femenino es fundamental en este pensamiento.

Los artistas abstractos privilegiaron la dimensión espiritual e intelectual (masculina) de la existencia, mientras que despreciaron la dimensión natural y material (femenina). A sus ojos, lo femenino debía ser "corregido y reducido" para alcanzar un estado de mayor espiritualidad.

Este discurso, que marginalizó y desvalorizó lo femenino, afectó directamente la producción y recepción de la obra de las pintoras abstractas. Para sobrevivir en un campo tan hostil, muchas mujeres se vieron obligadas a minimizar su propia feminidad o a restar importancia a su trabajo. La situación comenzó a cambiar con una nueva generación de artistas que abordaron la abstracción desde una perspectiva diferente, pero en la escultura, no en la pintura, lo que demuestra hasta qué punto este medio había sido "colonizado" por una visión unilateral.


El caso latinoamericano: La "pureza" androcéntrica


En Latinoamérica, los estudios sobre el tema son escasos. El artículo de Ayelén Pagnanelli, "Y que un bello cuadro es una eyaculación". Género en el discurso invencionista (2020), es uno de los principales en la región. Pagnanelli analiza el discurso invencionista del arte abstracto en Argentina en la década de 1940, que asociaba la abstracción a la pureza.

Según la autora, los artistas de la época construyeron un discurso androcéntrico que concebía al arte abstracto como una práctica "masculina". Detrás de la idea de "pureza" se escondía un proceso artístico que buscaba depurar los elementos considerados femeninos, vistos como impuros. Este discurso, lejos de ser solo teoría, tuvo consecuencias reales en las vidas y las carreras de las artistas.


Un vacío en la historiografía dominicana


Aunque existen estudios sobre la participación de las mujeres en el arte dominicano, la investigación específica sobre el arte abstracto es casi nula. Sin embargo, hay trabajos importantes que han sentado un precedente:

  • Seminario-taller Mujer y Arte Dominicano Hoy. Homenaje a Celeste Woss y Gil (1995): Un evento pionero que buscaba rescatar la obra de Woss y Gil y otras artistas dominicanas. Myrna Guerrero, una de las organizadoras, destacó la falta de promoción del trabajo de las mujeres y la necesidad de fomentar la investigación.

  • La mujer en el arte dominicano (1844-2000) (2005) de Jeannette Miller: Un libro clave que ofrece una panorámica histórica de la participación femenina en el arte nacional, sacando a la luz una historia que había sido ignorada.

  • Presencia de la Mujer en el Arte Contemporáneo Dominicano 1997-2010. Caso: Raquel Paiewonsky (2016) de Indhira Hernandez: Una tesis que concluye que las artistas dominicanas han logrado profesionalizarse, pero aún enfrentan prejuicios y estereotipos de género. La investigación también señala que su mayor influencia reside en la conceptualización y la multidisciplinariedad, no necesariamente en el campo de la abstracción.

Estos estudios demuestran que, a pesar de las barreras sociales y los prejuicios, las artistas dominicanas han dejado una huella profunda en la plástica nacional. Sin embargo, la historia de su relación con el arte abstracto aún espera ser contada.

 
 
 

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